José Cevallos, un peruano espiritual apasionado de las artes marciales nos relata cómo inició en este deporte de mucha preparación física, y sobre todo mental.
Sonríe y comienza el inició de una interesante e inolvidable entrevista.
P. ¿Cómo iniciaste en el deporte
R. Cuando yo era niño, era muy muy inquieto. Tenía mucha energía, de modo que mi padre quiso meterme a un deporte. Primero entre en fútbol, pero luego también me metió en las artes marciales, y seguí ambas hasta grande. Fue complicado seguir en el fútbol así que decidí por las artes marciales que aún las practico.
P.¿Qué hizo decidas por las artes marciales? Un deporte que sabemos no tiene mucha cobertura a nivel nacional.
R. Nunca me fije en el deporte como una profesión, más bien como una disciplina que me ayude en mi crecimiento personal. Entonces las artes marciales tal vez no sea el deporte rey, pero la gama de conocimientos que hay dentro es incomparable.
Comencé queriendo ser como Bruce Lee, aparte ayudó la orden de mi padre que fue quién me inicio en esto. Luego me di cuenta de que no tengo que ser como nadie más que no sea yo mismo, así que la figura de Bruce Lee desapareció.
P. Si bien es cierto sabemos que prácticas Muay Thai, Kung Fu y Thai Chi, ¿Cuál de estos deportes es tu favorito?
R. Si hablamos de deporte, pienso que el Taekwondo es uno muy bonito; si hablamos de artes marciales no tengo preferidos porque las artes marciales son una sola.
Kung Fu, tai chi, muay thai, etc... Solo son nombres para el camino de las artes marciales.
En todo caso mi preferido serían las artes marciales cómo armonía.
P. Eres una persona muy espiritual, ¿Qué tanto influye esto al momento de entrenar o tener alguna pelea?
R. El mejor artista marcial es aquel que nunca pelea, y si piensas en pelea estás equivocado.
El maestro marcial fluye, sus golpes no condicionan al cuerpo, con esto quiero decir que el golpe no es lanzado por la necesidad de victoria, solo es un reflejo sin intención.
Cómo cuándo el agua choca con las rocas, esta solo fluye, no tiene la intención de que la roca reconozca su supremacía. Solo fluye.
P. Empleando esta disciplina (espiritual), ¿Qué trofeos llegaste a ganar? ¿Algún título nacional?
R. Mi ego ganó algunos trofeos, yo no he ganado ninguno.
Obtuve un título nacional, en la modalidad de Kung Fu Wushu.
P. Cuéntanos cómo lograste el título, cuánto tiempo te costó y de qué manera lo hiciste.
R. Primero no tenía ni idea de que era un campeonato nacional, yo estaba entrenando en la selección de kung fu y mi primer instructor el señor Demetrio Mamani presidente de la FPKF (Federación Peruana de Kung Fu) en esa época me aviso sobre este torneo.
Tuve que entrenar con algunos compañeros dentro y fuera de las instalaciones del estadio. También lo hacía por mi propia cuenta, salía a correr a Campo de Marte, aunque este entrenamiento no era nada diferente al que yo hacía antes de participar en algún torneo.
Fuimos a la ciudad de Casma. El torneo se llevó a cabo en un pequeño coliseo que había.
Recuerdo que fueron tres días intensos. El combate fue contra un representante del Cuzco, quién era muy bueno en barridos. Logro derribarme dos veces pero al final se pudo obtener el título. Fue muy difícil porque tuve que ser más veloz y atacar con táctica
P. Sabemos que entrenas en Estados Unidos, ¿Es la misma preparación que aquí en Perú?
R. No, no es la misma preparación. El entrenamiento que hago ahora es muy duro, pero no se aleja de ser solamente para superar mis propias capacidades.
P. Entrenar en el extranjero te abre muchas puertas, conocer nuevos entrenadores o peleadores de élite con otras técnicas a las que ya sabes, ¿A quién has conocido y cuánto te aportó en tu conocimiento?
R. Su nombre es Giraldi Altamirano es un maestro de taekwondo reconocido mundialmente, ecuatoriano y ex entrenador de la selección de su país de taekwondo. Él me aporto su conocimiento en velocidad y fluidez en las patadas.
Mientras que en Perú, el maestro Jimmy Herrera Peralta, cinturón negro, cuatro veces campeón panamericano de taekwondo, aportó en mí, la destreza de la potencia y velocidad, una excelente combinación.
P. Conociste a un maestro que aprendió de Bruce Lee si más no recuerdo, ¿Qué aprendiste de él?
R. Sí, no recuerdo su nombre exactamente, pero fue en una escuela llamada Jun Fan Gung Fu, en New York. Aunque solo lo conocí una vez. Intercambiamos técnicas y lo que pude rescatar de su enseñanza fue la patada con pierna adelantada. -Clásica de Lee-
P. Hablando ya un poco de nuestro país, ¿Crees que hay futuro en Perú de luchadores de artes marciales?
R. No necesitas ser artista marcial para ser luchador. Hay excelentes luchadores que no practican las artes marciales. Perú no es la excepción.
Las artes marciales se practican mucho en Perú, aunque no es la disciplina rey ya que no hay una cultura marcial como la tienen países asiáticos cómo: China, Japón, Tailandia, Corea, etc...
En Estados Unidos tampoco la hay, pero si hay la necesidad de ser agresivo, y mejor si es un negocio, es por eso que existe la UFC.
P. ¿Qué debe hacer el Estado para incentivar más este deporte?
R. Si hablamos de deporte solo hace falta un nuevo Ministerio del Deporte. Así no solo se beneficiarían las artes marciales como deporte sino todos los deportes. Pero si hablamos de las artes marciales como camino de vida, aquí si se necesitaría un cambio a nivel de conciencia humana, ya que el consumismo y la rutina desaparecerían por completo, las personas serian mas pacíficas y mas consientes. Serían más saludables.
P. Para concluir con esta entrevista, ¿Algún mensaje para las personas (niños, jóvenes y adultos) que quiera practicar artes marciales?
R. Si van a practicar las artes marciales hay tres pilares a saber:
1). Disciplina, es para que forjes la conducta y seas perseverante.
2). Consciencia, es para que no olvides de conocerte a ti mismo, esta es la base fundamental de las artes marciales.
3). Compasión, es para no usar a las artes marciales como una herramienta para satisfacer a nuestro ego, sino para asistir al débil.
Recuerden que el hombre superior no pelea, resuelve los problemas de la manera más pacifica posible. Namaste.
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